Un trotamundos amigo mío, que ha estado en todas partes por lo menos dos veces, me contó que jamás olvidará su primer viaje en barco al sur de España. Un día, mientras estaba en cubierta admirando el paisaje, se perfiló a la distancia una enorme masa de roca que se elevaba sólida y gradualmente del brillante azul del Mediterráneo, <<¡Mirad, el peñón de Gibraltar!>>, gritó alguien en el barco. Debidamente impresionado, mi amigo tomó una instantánea para mostrar a los amigos y después, volviéndose a un adolescente aburrido que ocupaba la silla de cubierta inmediata a la suya, dio cauce a su vena poética. <<¿No es una maravilla? comentó. Toneladas de agua lo están bañando desde hace siglos, las tormentas lo han azotado, lo han atacado los ejércitos, las civilizaciones han surgido y se han eclipsado, pero el peñón sigue allí. Nada lo cambia ni es capaz de hacerlo mover>>. <<Sibostezó el chico. Me recuerda a mi padre>>. Su padre había nacido en mayo. Y de esa manera se reconoce a Tauro, el Toro. Los lugares mas adecuados para buscarlo serán una granja, un banco o una agencia inmobiliaria, pero también se le puede encontrar pastando en otras praderas. Hay Tauros ingenieros, estrellas de cine, oficinistas, jardineros, reyes y reinas, deshollinadores, carniceros, panaderos y fabricantes de velas. Pero el Toro se caracteriza siempre por su actitud fuerte y silenciosa. Hasta que no llegue uno a conocerle un poco a fondo, sus monosílabos mas largos serán probablemente <<Si>>, <<No>>, <<Gracias>>, <<Hasta luego>>, y frecuentemente <<Aja>>, como sustituto de <<No>>. Si al nacer tuvo fuerte influencia de Géminis, Aries o Sagitario, es posible que sea un poco mas garrulo y camine con mas flexibilidad, pero el Toro típico es preferentemente lento en el movimiento y parco en el hablar.
Como Gibraltar, es sólido y firme y nada altera su tranquilidad. Se le puede arrojar agua encima o encenderle fuego entre los pies. Se le puede golpear el pecho con los puños cerrados, clavarle el fuego de miradas hipnóticas o gritarle a voz en grito: Tauro no se moverá un centímetro. Una vez tomada su posición, se cruza tranquilamente de brazos y se sienta sobre los talones. Exhibe un mentón bastante prominente, dilata las narices, echa atrás las orejas... y tú te aguantas. Es raro que el Toro se lance a atropellar a alguien. Lo que quiere es simplemente que le dejen solo. No le molestes y se sentirá satisfecho. Presiónale y se mostrará obstinado. Empújale demasiado, fastídiale en exceso, y prepárate entonces para una furia violenta. Es capaz de aguantar durante meses y años, ex hibiendo un dominio y un control perfectos, aspirando la fragancia de las flores y haciendo caso omiso del nervioso bullicio que le rodea. Hasta que algún día inesperado un imprudente le ponga una pajita de mas sobre los anchos lomos. Entonces bufará, empezará a arañar la tierra, entornará los ojos... y se lanzará a la carga. ¡Apártate del camino con toda la rapidez que puedas y corre para salvar la vida! La irascibilidad taurina rara vez se despliega de manera impulsiva, pero cuando el Toro se enfurece es capaz de destruir todo lo que encuentra en su camino, aunque sea un Escorpio. Pero destruir no es la palabra; demoler habría que decir más bien. Y puede pasar un tiempo antes de que se deposite de nuevo el polvo y vuelva a reinar la paz. Hay Tauros con tanta capacidad de control que en toda su vida no cargan mas que una o dos veces. Hasta los de genio mas vivo apenas si estallan un par de veces al año, y ya es mucho. Con todo, es mejor tener presente que, por lo general, Tauro no se enoja o fastidia sólo un poquito. Si el incidente es lo bastante importante como para quebrantar la normal placidez de sus emociones, lo que hay que esperar no es un enojo cualquiera, sino una furia ciega.
Se de un Tauro a quien su mujer jamás había visto encolerizado durante todos sus años de casados, hasta que se suscitó un incidente en un atestado restaurante. Un borracho de los fastidiosos se acercó, tambaleante, a la mesa e hizo un comentario subido de tono. La mujer esperaba que su marido afrontara la situación con su firmeza y su autodominio habituales, y se quedó tan atónita como el resto de los clientes cuando súbitamente Tauro se levantó, derribó dos mesas, levantó al hombre en vilo y lo mandó volando al otro extremo del salón, donde se estrelló contra el tablero de los músicos. El incidente fue mudo. Espero que esto inspire al lector la cautela adecuada. Antes de hacerle siquiera un guiño a una desconocida, mas vale saber que día cumpleaños su acompañante. Cabe esperar que muchas personas nacidas en mayo se parezcan a un toro... los hombres, claro, aunque las mujeres nacidas bajo este signo tendrán una intangible e imprecisa cualidad bovina. La mirada de las mujeres Tauro será serena y límpida, pero fija. Se mueven con gracia e indolencia, pero algo en ellas sugiere una fuerza oculta. En cuanto a los hombros, el pecho o la espalda o las tres cosas anchos y fuertes. Alto o bajo, el cuerpo será bien proporcionado. Las orejas suelen ser pequeñas y pegadas a la cabeza. Cuando comen, mastican con lentitud y por lo general tienen una digestión excelente. Es fácil encontrar un mechón de pelo (como la guedeja del toro) o un rizo que cae en el centro de la frente. Aunque no todos, muchos Tauros tienen el pelo rizado u ondulado, y casi siempre oscuro, como los ojos y el cutis. Incluso los escasos Tauros rubios, de ojos y de tez clara, jamás darán la impresión de fragilidad, ni mental ni de carácter.
Tauro se siente intensamente atraído por el sexo opuesto, pero entre sus costumbres no se cuenta la de perseguir activamente ningún tipo de placeres. Prefiere atraer a la gente hacia él. ¿Por qué ha de desperdiciar sus energías persiguiéndolos por el campo? Con una pequeña excursión, a una granja y una sa- gaz observación de las leyes de la naturaleza, quedará en claro la forma en que se activan las emociones taurinas, tanto en cuestiones de amor como de amistad. La pasividad es el comportamiento típico. Tauro prefiere recibir hospitalariamente en su casa, antes que molestarse en ir de visita. El esfuerzo que requiere alcanzar una popularidad centelleante no está hecho para la naturaleza del Toro. Si lo quieren, pueden llamarlo, que él estará. Si le arrojas el anzuelo de la camaradería o del romance, él lo recogerá, si le interesa. Y además, sabrá que hacer con él, lo que no siempre sucede con otros signos más gregarios. Es raro que Tauro se preocupe, se irrite o se coma las uñas. Es posible que si las cosas no van como él quiere, cavile y ponga cara larga, pero no es del tipo nervioso e inquieto. Estoico por naturaleza, se toma las cosas como vienen, y nada es capaz de alterar esta inclinación fundamental. Conozco un Tauro que es a la vez abogado y funcionario contable, una doble carrera que para cualquiera supone un esfuerzo considerable, especialmente cuando vencen los plazos de impuestos. Admito que este Tauro se muerde un poco las uñas. Está bien, se las muerde mucho. Habla mas rápido que yo (que hablo bastante rápido) y hasta tiene un par de arrugas de preocupación en la frente. Pero en su carta natal hay una fuerte influencia de Géminis a la que se debe esa aceleración engañosa, y si uno mira por detrás del torbellino de su dinámica imagen exterior, seguirá encontrándose con un Tauro. Su cerebro es capaz de calcular con la rapidez del rayo, pero las decisiones las toma con lentitud y cuidado. Sus acciones son predecibles, su carácter fuerte, y podéis preguntarle a su esposa si se deja persuadir cuando ella quiere convencerle de que se vista para salir, una noche que él tiene ganas de quedarse en casa. Preguntad también a sus clientes que intentan conseguir que cierre rápidamente un trato. El Toro escucha con paciencia y de buen modo, pero los papeles no se firman hasta que él no esté convencido de que la operación es buena. Oh, vaya si es un Tauro, pese al ingenio y a la agilidad de Géminis. La rapidez en la acción no se cuenta entre sus vicios. Tauro acomete con lentitud, y esta no es una falsa inferencia.
Los nativos de Tauro son gente hogareña. Es raro el Toro al que no le encanta regodearse bajo su propio techo y relajarse en un ambiente cómodo y familiar. El cambio lo altera (a menos que tenga la Luna o el ascendente en Géminis, Sagitario o Acuario). Si el Tauro que conoces, lector, no es propietario de su casa, no dudes de que piensa en serlo, y algún día lo conseguirá. Tauro es terrestre y, de alguna manera o de otra, el amor de la tierra le tocará algún día. Si no puede evitar vivir en un atestado edificio de apartamentos, tendrá probablemente en la ventana una maceta llena de geranios o de petunias. Cuando el bullicioso estrépito de la ciudad ejerza sobre él demasiada presión, se irá decididamente con su caña de pescar en busca de un lugar pastoral y tranquilo. Que el mundo se ponga a girar con demasiada rapidez para él y amenace marearlo, y Tauro se irá simplemente a tomarse un descansito hasta que amaine. Si no tiene la escapatoria de la caña de pescar o de la maceta en la ventana, es posible que se dedique a los negocios inmobiliarios y que se ocupe de resolver los problemas de vivienda de otros, lo cual le permitirá de vez en cuando darse una vueltecita por los suburbios. Por remota que sea, siempre tiene una conexión con la tierra, que puede ser andar por los alrededores del hipódromo o dar su paseo de los domingos por un parque, embebiéndose del espectáculo y la fragancia de la naturaleza.
El Toro es sano y de constitución fuerte. No es muy fácil ponerle de espaldas, pero cuando cae en cama es posible que sea lento en recuperarse, debido en parte a su obstinada negativa a obedecer a los médicos. Su inclinación natural a evitar el optimismo tampoco favorece una recuperación rápida. Las zonas susceptibles de infección y de accidentes son la garganta, el cuello, las piernas, tobillos, órganos reproductores, espalda y columna vertebral. Los resfriados le acarrean con frecuencia dolores de garganta, y el exceso de peso producido por el legendario amor taurino de la comida y la bebida, de la comida sobre todo, puede imponer un esfuerzo excesivo al corazón y convertirse en causa de problemas circulatorios, debilidad en los tobillos, venas varicosas y otras dolencias crónicas. Otra posibilidad es la gota, pero sin embargo, si evitan la obesidad, el letargo y las infecciones renales, la mayoría de los nacidos en mayo pueden gozar de mejor salud que el resto de sus semejantes. Digamos las cosas como son: si el Toro bebe en exceso o se vuelve gordo y haragán, perderá su físico espléndido y su robusta salud. Una de las principales causas de sus enfermedades es la falta de ejercicio y de aire puro. Su organismo lo necesita siempre, por más que su voluntad obstinada pueda negárselo. Y ya que hablamos de obstinación, digamos que de nada sirve decirle a Tauro que es obstinado (u obstinada). Tal como el mismo se ve, el Toro no es nada terco. Es paciente. Cuestión de semántica. Tampoco es cabeza dura, solamente firme y sensato. Ni aunque en ello le fuera la vida podría entender por qué la gente le juzga de manera tan injusta.
La verdad es que Tauro es todo lo obstinado que puede serlo un ser humano sin llegar realmente a convertirse en piedra. Parece que a los Tauros les hubieran encolado no sólo a su asiento sino a sus opiniones. Un marido Tauro se negará a acompañar a su mujer a la casa de una amiga si allí no hay sillas lo bastante cómodas para que él se siente. Inútil que ella se lo ruegue: él no irá. A su vez, la mujer Tauro que no aprueba a los amigotes de su marido, simplemente no les habla. Así y todo, es verdad que los Toros pueden hacer gala, con justicia, de la virtud de la paciencia. Más de uno soporta, durante años y sin quejarse, cargas emocionales y físicas, y cuantos más problemas se le juntan, más fuerzas encuentra Tauro para afrontarlos. Su lealtad y devoción a la familia y a los amigos excede a veces los límites de la comprensión. Son muchos los hombres y mujeres Tauro que se merecen medallas de oro por su valor para soportar golpes del destino que habrían derrumbado sin remedio a los nacidos bajo otros signos. Espléndido. Estoy de acuerdo en que se le dé a Tauro una cinta azul en reconocimiento de su fortaleza. Pero eso no cambia el hecho de que es obstinado. Muy pocas son las cosas que le quitan el apetito. Por lo común, el Toro puede comer cualquier cosa, desde pimientos fritos a tarta de chocolate con crema batida, pasando por nabos y entremeses, y todo en la misma comida, sin sufrir la menor indigestión. El rosbif y los bistecs suelen ser sus platos favoritos, y le encanta terminar con los restos. Si le sumamos alcohol, Tauro puede parecerse muchísimo al rey Enrique VIII de Inglaterra, regodeándose alegremente en un regio banquete. (Claro que un ascendente Virgo puede hacer que viva de zanahorias crudas y lechuga, acompañadas de zumo de ciruelas.) Lo que hace cosquillas al sentido del humor de Tauro son las comedias de bofetadas. Son muchos los Toros a quienes se les escapa la sutileza de la sátira, pero se desternillarán de risa cuando alguien se resbale con una cáscara de plátano o reciba un flan en la cara. El humor de Tauro es terrenal y cálido, juguetón en el estilo de Falstaff. Son personas que raras veces o nunca se muestran realmente crueles o vengativas. Cosa extraña, es frecuente que cuando Tauro es cruel, en su carta natal tenga muchos planetas en Aries. No parece que los dos signos combinen bien en el mismo horóscopo, y un buen ejemplo de ello lo constituye Hitler.
Y si pasamos al tema del dinero... es raro que el Toro y su dinero se separen. No todos los Tauro son millonarios, pero tampoco se encontrarán muchos que estén haciendo cola para tomar la sopa boba. A Tauro le gusta levantar imperios lentamente y con seguridad. Empieza con cimientos bien sólidos y poco a poco va agregando un piso cada vez, hasta haber edificado un negocio estable y consolidado una cuenta bancaria a fuerza de músculos. Lo extraño es que a Tauro le gusta acumular poder, lo mismo que efectivo, pero por el mero placer sensual de poseerlo, ya que frecuentemente delega la acción en sus subordinados. Parece que sólo con saber que el poder está ahí, junto con el dinero, la necesidad de seguridad de Tauro queda satisfecha. ¿Por qué ha de tomarse el trabajo de ser él quien maneje todos los hilos? Si para hacer eso están los Cáncer y los Capricornio, mientras el Toro descabeza un sueñecito, aspira la fragancia de una flor o mira pasar las chicas. A él le basta con que todo el mundo sepa quien es el dueño de la pradera. Tarde o temprano, Tauro llegará a tener dinero y, por lo general, dinero que le llega, se le pega. Tauro valora sus billetes y sus propiedades tanto como valora su familia, pero no es tacaño. El corazón y el bolsillo del Toro se abren con generosidad para los verdaderos amigos que se encuentran en verdaderas dificultades. Lo que es grande le impresiona. Cuanto más grande es un edificio, mas imponente le parece, y si va al zoológico no se detendrá ante los monos, pero se quedará mirando fascinado al poderoso elefante. Tauro es capaz de hacer frente a animales enormes con un valor increíble, pero en cambio se asusta de los ratones. Un tigre suelto no conseguirá que al Toro se le mueva un pelo, pero una minúscula avispa puede hacerle trepar al árbol más próximo, presa de nervioso pánico.
Los cuadros bellos y las grandes sinfonías le conmueven profundamente. No hay Tauro que no conserve alguna prueba del venusino amor del arte y de la música, aunque no sea más que un viejo disco de Caruso o una postal con la reproducción de alguno de los primeros Van Goghs, metida bajo la camiseta que usa cuando sale a pasear los fines de semana. Son muchos los hombres y mujeres Tauro que tienen buena voz. Algunos son cantantes profesionales, otros entonan sus gorjeos en la bañera, sumergidos en un baño de espuma y sonando con una dorada seguridad. De una manera u otra, la música estará siempre presente en la vida de Tauro, y el dibujo y la pintura se convierten frecuentemente en pasatiempo o en profesión. Al sensual nativo de este signo le tranquiliza el color del cielo. Los matices del azul impregnan de paz sus emociones, y lo mismo, aunque en menor grado, sucede con el rosa y el salmón, pero nunca el rojo, como puede confirmarlo cualquier matador. También los tonos verdes y castaños de la naturaleza le resultan sedantes. Con el verde del papel moneda y una casa de piedra castaña puede estar perfectamente satisfecho. Aunque las ideas de Tauro son siempre sensatas, también pueden brillar con la claridad y la hondura de quince preciosos zafiros que se suman a seis clases de buena suerte, a medida que doble su dinero bajo la benévola sonrisa de los dioses. Nada es pequeño en Tauro, ni su capacidad para el amor duradero ni su potencial para la riqueza. El cobre, el metal del Toro, es excelente conductor del calor y de la electricidad, y reluce con satinada belleza a lo largo de años de trajín y uso. Que los excitables se apresuren por llegar, a codazos, a primera fila. La tranquila naturaleza del Toro no necesita de antorchas que le iluminen el camino hacia la seguridad que él busca. Algún día el éxito le llegará, y él estará preparado. Como desde su lejanía Venus derrama sobre él el amor del lujo, puede pagar caras sus posesiones y atesorarlas durante toda la vida; sin embargo, es enemigo declarado del derroche y de la extravagancia. Su hogar es su castillo... y que nadie vaya a perturbar la paz del Toro. Tauro es paciente como el tiempo mismo, hondo como la selva, dueño de una fuerza capaz de mover montañas. Pero es cabeza dura.
EL HOMBRE TAURO
Tal vez te imaginas al típico nativo de Tauro como un hombre práctico y callado, tan sensato y a ras de tierra como un par de zapatos viejos. Es verdad; así es. Quizás observes también que es lento para pasar a la acción, deliberado y cuidadoso. También es cierto. Y de todo ello deduces que, lógicamente, no es muy romántico. Decididamente falso. ¿De dónde has sacado la idea de que puedes analizar la naturaleza de Tauro valiéndote únicamente de la lógica? Probablemente de algún Libra que está tratando de impresionarte. Pues se equivoca. La lógica no sirve de mucho cuando estás tratando de resolver el enigma de un símbolo fuerte y masculino como el Toro, regido por un planeta amoroso y pacífico como Venus. A ese nativo de Libra, con su mentalidad despierta, dile que se vuelva a la biblioteca. El toro puede tardar mucho tiempo en decidir si te quiere como mujer. No será él quien se arroje con un salto olímpico a la piscina del romance, para descubrir cuando ya no está en el trampolín que alguien se olvidó de llenarla de agua. Pero una vez que haya llegado a la decisión de que eres tú, y una vez que su mira sea conquistarte, hará que el enamorado de Libra parezca un aficionado. Puede incluso avergonzar al León flechado y al apasionado Escorpio. Tu sensato, lento, práctico y decidido varón Tauro es capaz de enviarte todos los días una rosa roja hasta que te rindas a su asedio... para casarte, o para lo que fuere. Incluso puede escribir una oda poética y enviártela tímidamente por correo, sin firmarla, seguro de que tú sabrás quien la manda. Como enamorado, Tauro es tierno, suave y protector. Su naturaleza sensual le hará sensible a tus perfumes exóticos, a la tersura de tu piel y a la suavidad de tu pelo. Es posible que no te lo diga directamente en florido lenguaje, pero encontrará la forma de hacerte llegar el mensaje. En el Toro, el sentido del tacto es una cosa tangible.
Este signo terrestre, fijo y negativo, está lleno de contradicciones en amor. A Tauro le gustará verte envuelta en pieles suntuosas y colores profundos. Puede llevarte un fragante ramillete de violetas recién cortadas para tus pieles, y a la ancianita que las vende le dejará una enorme propina en la cesta, porque le recuerda a su madre. (Sin embargo, tú no le recordarás de ninguna manera a su madre ni a su hermana, salvo a la hora de protegerte de las miradas agresivas de otros Toros que pretendan pasar a la acción.) La música removerá sus emociones y lo pondrá en estado de ánimo más favorable al amor. Es casi seguro que tiene una canción favorita que le hace acordarse de ti cada vez que la oye. Es la que siempre selecciona cuando echa una moneda en el tocadiscos automático. Si necesitas mas pruebas de lo romántica que es su alma, el hombre típico de este signo te ayudará a formar tu ajuar con regalos de cumpleaños de porcelana y platería, y para Navidad creerás que es el propio Santa Claus cuando le veas llegar cargado de paquetes misteriosos y chucherías sentimentales. Es de los que sugieren nadar a la luz de la luna, ir de picnic a un bosque fresco y tranquilo, y caminar bajo las estrellas por una senda campestre. La suya será la tarjeta más grande, mejor decorada y más elocuente que te traiga el cartero para fin de año. Cuando un hombre Tauro te corteja lo hace de verdad. Lo más probable es que te lleve a cenar a restaurantes sensacionales, con violines y luz difusa, y que jamás se olvide del día en que os conocisteis o de cualquier otro aniversario de los dos. Dime, por favor, ¿es que te hace falta mas romance?
Es totalmente cierto que el Toro no es un soñador desaforado como el varón de Acuario. Tauro no te levantará en el aire como haría Leo, ni te prometerá llevarte en una nube rosada a vivir con él en un castillo, durante toda la eternidad y un día, como Aries. Lo más probable es que algún sábado por la noche llegue, a pie, con los planos de la casa que piensa construir para ti, de manera auténtica y que pagará con verdadero efectivo. Es probable que ya haya pagado la entrada inicial de la compra del terreno, o por lo menos del apartamento, antes de que os hayáis comprometido. Este hombre se lo toma en serio. Cuando el Toro te levante en brazos para pasar el umbral y te deposite firmemente en su casa, que no se parecerá ni remotamente a un castillo, puedes estar segura de que la hipoteca está en la caja de seguridad del banco. Y realmente, eso no puede ser motivo de queja. Cuando ya te encuentres envuelta en la suave manta de seguridad del Toro, abrigada y cómoda, te preguntarás para qué diablos querías esas nubes rosadas. Estarás demasiado ocupada en disfrutar de tus muebles nuevos y de tu flamante cuenta bancaria (o de la certidumbre de tenerla muy en breve) para llorar por esos sueños nebulosos que, de todas maneras, probablemente no se habrían realizado. Todo esto, claro, si eres una mujer que aprecia los valores sólidos. El problema es que no todas las mujeres son así, pero las chicas sensatas, de 19 a 80 años, aprecian el comportamiento pacífico y campechano del Toro y su naturaleza estable y tranquila. Sus gestos sentimentales, su galanteo práctico y grato pueden ser tan satisfactorios como los poéticos suspiros de un amante más pintoresco o como los osados arrebatos de un Don Juan... y a veces mucho más. Pregúntale a cualquier mujer que haya tenido la sensatez suficiente para hacerse amar de un Toro, recio y firme.
Tauro planea cuidadosamente para el mañana. Así como las ardillas guardan nueces en verano, cuando abundan, para que no les falten en el frío y estéril invierno, tampoco los placeres temporales de una tarde soleada distraerán a Tauro, que siempre estará preparado para el día en que la basura se amontone sin que él pueda apartarla. Y, cosa curiosa, los maridos que pueden permitirse el derroche económico de ir con su mujer a Florida en enero, o enviarla allí para las vacaciones de invierno, suelen haber nacido en mayo. Naturalmente, una escapada romántica con Tauro tiene sus desventajas... no todo es vino y rosas. Para empezar, tendrás que acentuar tus actitudes más femeninas. Ningún Tauro aguantará a una mujer gritona y masculina, que haga restallar el látigo como un domador. Si tienes opiniones bien definidas, no se las impongas ni te jactes de ellas en público. En privado, Tauro respeta a la mujer inteligente (aunque para él tiene más valor el simple sentido común), pero será mejor que permitas que él sea el más brillante de los dos cuando salgáis a bailar juntos... e incluso si no hacéis más que estar sentados en un restaurante. Si te jactas de mujer emancipada en presencia de sus amigos, puedes esperar una de dos reacciones. Si es un Toro de los primitivos (y te sorprendería saber cuantos hay), lo mas probable es que te de un empujón y te zarandee, y hasta una buena palmada en el lugar adecuado cuando lleguéis a casa... o incluso antes de haber llegado. Si es del tipo mas sofisticado, simplemente se cerrará como una ostra delante de todo el mundo y se quedará como un gran trozo de piedra, sin volver a decir palabra durante el resto de la noche, hasta que tú te sientas tan incómoda que desees que la tierra te trague. También los amigos estarán incómodos. Una situación así puede llegar a estropear una velada, eso sin contar cómo te corta la inspiración.
Tu primer impulso será tratar de arreglar las cosas, pero el intento de sacar a Tauro de su obstinación antes de que esta haya seguido su curso es literalmente inútil; es como empeñarse en mover el peñón de Gibraltar. Si pretendes burlarte un poco de él para conseguir que adopte de nuevo un comportamiento social normal, es posible que termines pensando que ojala le hubieras dejado con su enfado. Un gran trozo de piedra es infinitamente más aceptable que la reacción de Tauro ante quien procura engatusarlo después de haberle fastidiado. Si insistes demasiado, de esfinge silenciosa se transformará en toro bramante, capaz de decir algunas cosas en lenguaje muy prosaico y hacer que tus mejillas se te pongan más rojas aun. Eso, o si no, dirigirse con toda calma al grupo: <<Les ruego que me disculpen, pero tengo que llevarme a casa a la charlatana de mi mujer y enseñarle un par de cosas>>. Después de eso, te pasarás semanas escondiéndote de todo el mundo. Y todo porque mientras el mantenía hipnotizado al grupo con su opinión sobre la situaci6n política, a ti se te ocurrió decir algo así como: <<Ay, cariño, no seas ingenuo. Si todo el mundo sabe que a Fulano cualquiera le soborna. Con sus antecedentes, nadie le votaría ni siquiera para presidente del sindicato de vendedores de helados en la playa, y menos para diputado. No sabes lo que dices>>. En ese momento es cuando él clava los talones, se cruza de brazos sobre el pecho musculoso y empieza a poner cara larga, o a partirte la cabeza, lo que sea. Si ves que él busca su abrigo, es mejor que tú también te pongas el tuyo. Es raro que un Tauro deje a su mujer sola y desprotegida entre los lobos, por muy intenso que sea su enfado. Se la lleva consigo, por los pelos si es necesario, de manera que no te hagas a la idea de quedarte para disfrutar de la comprensión de los demás. Cuando él se vaya, te vas tú. Y permíteme que te aconseje que te disculpes antes de llegar a casa, porque él no lo hará. Refugiarte en brazos de mamá tampoco te servirá de nada. Comparte con él la mesa y la cama, en tanto que él pague el alquiler. La interferencia de la suegra es lo último que está dispuesto a aceptar un Tauro. La primera vez que intentes el recurso de <<irte a casa de mamá>> será probablemente la última. Después de haberlo visto furioso una vez, tus padres preferirán echar llave a la puerta y dejar que resuelvas sola tus propios problemas.
Conozco a un Tauro, casado con una mujer agresiva, que encontró una solución muy especial. Simplemente, se niega a aparecer con ella en público. La fuerza irresistible de ella se encontró con un objeto imposible de mover: él. La mujer puede salir y despojar de su masculinidad a todos los hombres que quiera, pero no a Tauro, el Toro. Él tiene gran afecto por su pareja, y en muchos sentidos sus relaciones son excelentes, se respetan muchísimo el uno al otro, pero si ella no aprende a ser sumisa, callarse la boca y dejar que el hombre sea él, tendrá que ir sola a fiestas, reuniones y teatros. Su marido se ha negado a acompañarla desde la vez que con otras parejas fueron a cenar a un lugar elegante. Ella se apoderó del menú y encargó la cena para todos. Durante el primer plato hizo comentarios imprudentes sobre la corbata y el corte de pelo de su marido, y a los postres le interrumpió varias veces mientras contaba chistes. Ahora tiene que ir sola a cualquier ocasión social porque su compañero se niega a moverse de casa. En realidad, no se le puede culpar. No hace más que mantenerse fiel a su signo solar. Y aun en este caso, el matrimonio sigue siendo sólido; pero no siempre se tiene tanta suerte, de manera que mas vale que no hostigues demasiado a tu Tauro. Es sumamente paciente, pero no se dejará poner un anillo en la nariz. Tampoco le gusta sentirse ahogado por una enredadera. El Toro es demasiado práctico, y ama demasiado su libertad, para estar bien con una mujer que se le pegue como un sello y de un grito cuando se le cae un pañuelo. No tiene inconveniente en que su compañera tenga cierto fuego y temperamento; eso le atrae y equilibra su propia madurez. Con una leve sonrisa divertida, Tauro la observará mientras ella se escabulle alegremente, de manera típicamente femenina, como se miraría a un gatito mimado que juega con un ovillo de hilo de brillantes colores. Pero el gatito sabe que cuando el Toro le da un buen tirón al hilo, hay que dejarse de juegos y bromas para escuchar la voz del amo. Nadie puede ser más bondadoso, gentil y tolerante que Tauro, cuando siente segura su masculinidad. Es capaz de hacer cualquier cosa en el mundo por la mujer que ama, salvo dejar que ella lleve los pantalones. A veces, Tauro puede conducirse como un torpe oso de circo, y su humor suele ser basto y ridículo. Pero cuando la fiesta termine, el Toro no seguirá haciendo el papel de bufón.
Le gustan los estudios de mercado, y es raro que se meta atropelladamente en un galanteo serio. Es posible que la chica a quien invita al cine todos los sábados por la noche, desde hace un año, se pregunte intrigada cuando ira la cosa en serio. Tauro necesita tiempo para que en su caldera se forme el vapor suficiente para que la máquina funcione a toda velocidad, pero una vez que ha puesto sus miras en una mujer determinada, no se desvía de su camino. Hasta es posible que olvide su sensatez y su cautela. El varón típico de Tauro es ciego para cualquier advertencia de incompatibilidad cuando ha sido alcanzado por la flecha de Cupido. Cuanto mas se empeñen sus amigos en señalarle posibles obstáculos, mas obstinado se mostrará... y ya sabemos lo que puede suponer ese <<mas>>. Por consiguiente, suele suceder que Tauro cometa el error de enredarse con signos de aire y de fuego, cuando en la mayoría de los casos se lleva mejor con los de tierra y de agua. A veces, la combinación resulta beneficiosa. Los opuestos pueden atraerse y seguir atrayéndose. Pero cuando no sucede así, Tauro necesitará mucho tiempo para superar las cicatrices de un divorcio antes de que esté dispuesto a empezar de nuevo con una mujer que armonice mejor con su propia disposición y con su manera de ver. Las perspectivas financieras con un hombre de Tauro son por lo general excelentes; un cuadro en tonos rosados. Pocos Tarros dejarán de alcanzar, si no la riqueza, la seguridad por lo menos. Hay entre ellos quienes juegan al juego del Monopolio con dinero de verdad, y ganan. El Toro consigue con igual facilidad bienes raíces y dinero efectivo. Es probable que adore el campo, el fútbol, la pesca y el camping. En todo caso, le gustarán las flores, la jardinería y los largos paseos a pie. Prefiere leer libros sobre los valientes héroes de antaño, o las biografías de los constructores de imperios, antes que novelas rebuscadas o profundos tratados filosóficos. La mayoría de los Tarros se suscriben a varias revistas para hombres, algunas terrenales y prácticas, otras que le ofrezcan arrobadoras imágenes femeninas.
Es hombre de la cabeza a los pies, de modo que jamás le ofrezcas esos pulcros sándwiches de miga con el pan descortezado. A Tauro le gusta la buena cocina casera, a la antigua, con muchas patatas y salsa, y el pastel de manzanas como el que solía hacer mamá. Cómprate un buen libro de cocina, aunque él también estará dispuesto a llevarte con frecuencia a cenar afuera. Un Tauro típico no espera que su mujer sea esclava de la cocina (aunque pueda llenarte de ollas y cazos cuando los domingos juega a cocinero y espera que tú laves los platos). Como padre, el Toro es perfecto. Aunque piense que es importante tener un varón que perpetúe el apellido, será especialmente tierno con las niñas. El padre Tauro es cariñoso, cálido y tierno. Tauro impondrá elevadas normas a sus hijos y esperará que sepan respetar la propiedad y las posesiones. Es un padre paciente, a quien no le importará que los niños sean lentos para aprender las lecciones, con tal que las aprendan bien. Está convencido de que a las mentes jóvenes hay que llevarlas lentamente hasta la madurez. Tal vez encuentras que pone demasiado el acento en las cosas materiales, y que cubre a los niños de regalos caros, que ellos no saben valorar. Pero también los cubrirá con su tiempo y su dedicación, y cuando sea necesaria no faltará su mano firme para la disciplina. En general, vivir con papá Tauro puede ser una grata experiencia, llena de amor (salvo en las raras ocasiones en que el Toro carga ciegamente, lleno de furia, y toda la familia corre a esconderse detrás del piano). El marido típico de Tauro es generoso hasta el exceso con su mujer. No te privará de buenas ropas, perfumes y chucherías; tendrás muebles elegantes, pero prácticos, y la despensa siempre llena. Es raro que el Toro ahorre en muebles, ropa o comida, pero tampoco el dinero le hará agujeros en los bolsillos (salvo que en su carta natal haya aspectos impulsivos en lo financiero). Le gusta el lujo, pero no está menos enamorado del dinero, y tomará medidas para que el suyo sirva para comprar algo más que las palabras de un vendedor. Es un hombre que trabaja mucho y necesita mucho descanso. Ocúpate de que no le falte, porque cuando está cansado y no se siente bien, puede convertirse en un gruñón insoportable. Jamás le fastidies ni le acuses de dejadez, porque sería como agitarle una bandera roja en la cara. Él vive la vida a su propio ritmo, que es tranquilo, y no se deja urgir ni llevar por delante. Su velocímetro no registra más que una velocidad: moderada. Los intentos de hacerle girar alegremente en el tiovivo de una continua actividad social están condenados al fracaso. Al Toro le gusta recibir en su propia casa, pero prefiere unas pocas personas de intereses afines y no una multitud. Invita a los viejos amigos, o a los que tengan metas y ambiciones importantes, y se mostrará cordial y hospitalario. Si insistes en abarrotar su casa de tipos frívolos y sin nada en la cabeza, es posible que simplemente desaparezca de la escena... a veces para siempre.
Cómprale una de esas tumbonas en la que pueda recostarse cómodamente. Nada de ruidos fuertes, radios ni televisores vociferantes, por favor. Que tu casa esté llena de música, belleza y paz. Recuerda que los pantalones le van a él mejor que a ti.
Si eres su mujer, no podrás pedir hombre mejor. Nadie te tratará jamás con tan graciosa consideración, y por eso, realmente merece ser respetado. El amor de Tauro es simple, llano y sincero. Su naturaleza afectuosa y la atención con que te halagará harán que te sientas segura de ser amada, pese a todos tus defectos y fallos que otros hombres criticarían sin cesar. Tauro ofrece una lealtad y una dedicación perdurables, con un corazón fiel; y todo eso significa seguridad afectiva. Si a eso se une la seguridad financiera y el espíritu romántico, no tienes nada más que pedir. Estamos de acuerdo en que es obstinado, pero no olvides que la obstinación, según como se la mire, es paciencia, y la paciencia es una virtud rara. Compra una buena manta, peluda y esponjosa (Tauro adora las cosas que son suaves al tacto), arrópalo con ella cuando se siente en su sillón y léele la información de la Bolsa. Procura que no le falte su baño caliente con sales perfumadas y mucho jabón de su fragancia preferida. Sírvele un buen plato de copos de avena, y estarás segura de que tienes a tu lado a un hombre fuerte y dulce, que te protegerá de todas las tormentas. Satisfacción, se llama eso. ¿No te parece agradable?
LA MUJER TAURO
Recuerdo una conversación que tuve una vez con una escritora cuya madre había nacido en mayo. Mientras hablábamos de los hábitos y del carácter de sus padres, la muchacha comentó que <<Mamá era una mujer alta>>. <<Pues entonces tú debes haber salido a tu padre>>, señalé, ya que la chica era de estatura mediana. Sonrió. Y jamás me olvidaré de lo que dijo. <<No me refería a la estatura física. Mamá era mas baja que yo. Yo hablaba del alma>>. La muchacha era Piscis, el signo que ve más hacia dentro. Tenía razón. Una mujer Tauro es una mujer alta. Aunque no llegue a medir un metro y medio, puede alcanzar la altura suficiente para hacer frente a casi cualquier emergencia en la que pueda situarla la vida. En muchos sentidos, la mujer Tauro es la sal de la tierra, una combinación de las más preciosas cualidades que todos los hombres buscan, y que rara vez encuentran. Es capaz de exhibir un genio violento que llevará a un fuerte varón a refugiarse corriendo en los bosques (o por lo menos debajo de la mesa), pero no se entregará a un acceso de cólera si no la provocan. Por lo general, si nadie la atormenta mas de lo que puede soportar un ser humano, o si el destino no le da una mano realmente muy mal barajada, será capaz de jugar con limpieza la partida de la vida, con admirable serenidad. Su candor y su sinceridad básica no conocen la dilución de las lágrimas ni otras tretas femeninas parecidas. La muchacha Tauro aventaja en valor moral y emocional a más de un recio varón, pero tiene suficiente confianza en su sexo para dejar que el jefe seas tú, si eso te gusta. Si tú no te haces cargo, es posible que tome las riendas y sea ella quien se encargue de dirigir las cosas, aunque preferiría que fuera al revés. Lo que busca es un hombre de cuerpo entero, porque sabe que ella es una auténtica mujer, y está orgullosa de serlo. Para ella, ser mujer no significa necesariamente ser una coqueta incorregible, una cabeza hueca o una gatita que se finge débil para salirse con la suya. No tardarás mucho en darte cuenta de que tiene su propia opinión, y de que es lo bastante fuerte como para no necesitar ponerse fastidiosa para conseguir su objetivo.
Generalmente, la mujer Tauro encierra en sí el autodominio suficiente para sujetar un tiro de caballos (lo que da justa idea de la fuerza oculta de su voluntad), si decide ejercitarlo. Y esperamos que así sea. Con ascendente en Aries, Leo o la Luna puede esperarse de ella alguna que otra crueldad o frecuentes tormentas emocionales, y con fuertes influencias de Piscis o de Géminis en su carta natal es posible que sea mas inquieta e indecisa, pero la típica mujer Tauro practica el dominio de sí en todos los ámbitos de la vida y casi continuamente. Y es bueno que eso ocurra, porque su exterior normalmente plácido oculta una naturaleza sensual que vale la pena investigar un poco. Los hombres aprecian siempre su generosa tendencia a tomar a la gente como es, sin reticencias. Se siente tan cómoda con un hombre de ciencia que venga de estudiar las moscas tse tse en el Congo como con el tragaespadas del circo. Los dos hacen aquello para lo que nacieron, ninguno de los dos es un impostor, y eso es lo que a ella le interesa. Sus mejores amigos pueden ser criaturas espeluznantes arrancadas directamente del mundo de ToulouseLautrec, o pueden ser cuadros de Norman Rockwell que han cobrado vida. Pero siempre se tratará de seres reales, no maniquíes ni estatuas. Cuando tropieza con alguien que le disgusta, la mujer Tauro no inicia una campaña para destruirlo, ni enfrenta o desafía sus ideales y sus motivos. Lo evita, simplemente. Con sus enemigos puede mostrar una helada indiferencia, pero si tú te cuentas entre sus amigos, te será leal a través de todas las vicisitudes. Su decisión de serte fiel hará que la amistad entre Damon y Pitias parezca una relación circunstancial. Puedes conducir un Maxwell, subir al mástil de la bandera, descuidar totalmente tu aspecto o ponerte flores en el pelo, si eres su amigo, de alguna manera ella justificará tus acciones. Hay un pequeño detalle, claro: ella espera tercamente de la otra persona su misma fidelidad ciega y su invariable lealtad. Y si a cambio de la suya no le ofreces una devoción total, puede enfurruñarse en un rincón como una triste nube gris de resentimiento acumulado. No confundas eso con los celos, sin embargo. La mujer Tauro normal acepta el masculino deporte de mirar a las muchachas. A diferencia de las mujeres Leo o Aries, Tauro no se pondrá roja de furia cada vez que tú admires abiertamente a una chica bonita. Para encender su cólera hace falta algo más que un simple flirteo o un beso de despedida en la mejilla de una buena amiga. Si sobrepasas los límites de su idea de lo que es jugar limpio, puede llegar a ser temible, pero la línea está trazada con cierta generosidad. Realmente, tendrá que sentirse muy acorralada para que estalle con la furia típica del Toro.
Está bien, puedes hacerle un guiño a esa cajera tan bonita, pero no pongas demasiado a prueba la paciencia de tu chica Tauro. Por inagotable que parezca, tiene sus límites, y si nunca la has visto enfurecida, mejor déjalo así. Tauro no es una mujer dominada por objetivos estrictamente mentales, sin que eso quiera decir que no sea inteligente y despierta. En cuanto a seso, está a la altura de los hombres y de las mujeres más dotadas, pero no le preocupa demasiado entender la teoría de la relatividad ni complacerse en abstracciones. Los títulos universitarios múltiples no la fascinan ni la impresionan; uno es suficiente para ganarse su respeto. Una mentalidad práctica, el sentido común y la capacidad de entender lo fundamental de cualquier tema son lo esencial en ella. Pero la típica muchacha Tauro no es una intelectual que se divierta leyendo a los filósofos, y las ideologías intrincadas no son su fuerte. Su pensamiento es práctico y sólido, sin adornos ni demostraciones de calistenia mental. Tiene los pies bien plantados en la tierra, y en sus firmes talones no hay el menor indicio de que puedan asomar alas. Es raro que las mujeres Tauro sean inquietas; no pierden ni la cabeza ni el equilibrio. Normalmente, la perspectiva taurina es recta y segura, sin deformaciones ni distorsiones (aunque la Luna en Géminis puede provocar en ella algunos remolinos). Es una criatura estrictamente física, lo que a ti te interesará indudablemente, pero para interesarle a ella, un objeto o una idea tiene que actuar sobre sus afinadísimos sentidos. Tauro se desentiende por completo de cosas que son <<buenas para ella>>, que <<todo el mundo hace>> o que la <<estimularán mentalmente>>. Si acudes a ese tipo de persuasión la harás bostezar. Para que reaccione con auténtico interés, ella tiene que encontrar alguna satisfacción sensual en todo lo que hace. Es raro encontrar a una mujer Tauro acomodando en un jarrón unas cuantas flores artificiales. Para ella las flores deben ser reales y tener su propia textura o fragancia. En primavera y en otoño recogerá enormes ramos de retama y dulcamara, y en verano llenará la casa de grandes dalias y crisantemos. Su perfume será por lo común exótico y persistente, aunque algunas Tauro se inclinan en sentido opuesto y prefieren la fragancia de un cutis y un cabello limpios hasta la exageración. A las muchachas de este signo les conmueven indudablemente las sábanas recién lavadas e impregnadas del suave olor del sol, o el aroma delicioso del pan que se cuece en el horno. Les levanta el ánimo el olor del diario de la mañana, la emanación embriagadora de la hierba recién cortada después de una lluvia de primavera, la de una vela de cera al arder o el humo que se eleva de una pila de hojas otoñales. Que esto te sirva de advertencia para usa
una buena marca de loción para afeitar, frotarse detrás de las orejas con un trozo de periódico húmedo, meterte una hoja medio quemada bajo la solapa y conectar el sistema de riego antes de darle el beso de las buenas noches. Los olores desagradables la afectan con la misma intensidad, aunque en sentido opuesto. No es una chica a quien le gustaría tener en su casa un zorrino, aunque lo hubieran desodorizado. No la lleves a comer pescado frito sin llevar contigo un aromatizador de ambientes. El problema está en el olor de la fritura; la fragancia del pescado fresco recién sacado del agua es otra cosa: es natural. Tampoco un establo ofenderá sus delicadas narices. Otra vez, Madre Natura. Si quieres que tu cortejo termine en un éxito olfatorio, tendrás que hacer una lista minuciosa. También los colores exaltan sus sentidos, cuanto más intensos mejor. Todos los matices del azul te ayudarán a debilitar su resistencia, al igual que el rojo y el rosado. Cuando la vayas a visitar, ponte una corbata azul y una camisa de color rosado fuerte, pero no al mismo tiempo. Recuerda que Tauro también tiene el instinto de la armonía, y no querrás parecer un jardín de infancia mixto. En la comida exigirá el sabor justo, y generalmente será generosa con los condimentos (a no ser que tenga ascendente en Virgo o en Capricornio). No te olvides de llevarla a lugares donde haya excelentes cocineros, porque una magra hamburguesa y una inexpresiva sopa de guisantes la dejarán emocionalmente fría. Si tienes suerte, será ella quien te invite a comer algo preparado en casa, y lo más probable será que le hayas pedido su mano antes del postre. Cuando una chica de este signo se ata el delantal, no es para preparar tostadas con canela. Siempre será buena idea, si vas a visitarla, ir con el estómago vacío. La Tauro típica puede conquistarte cocinando, y su cocina es una verdadera trampa para cazar hombres. Los sonidos armoniosos y los efectos visuales bellos la atraen como un imán. La mayoría de las Tauro tienen notable talento para la música y el arte o saben apreciarlos, en todo caso. Es posible que sean muy buenos los dibujitos que hace distraídamente mientras habla por teléfono. Si la invitas a salir, los conciertos y las exposiciones son muy buena idea, y para una luna de miel piensa en las cataratas del Niágara o en el Gran Cañón del Colorado. La majestuosidad de la naturaleza la dejará arrobada.
Si el Niágara resulta demasiado caro, entonces llévala a un parque de diversiones. Probablemente, le encantará andar en la rueda giratoria, sintiendo el viento en las mejillas y escuchando la música del organillo. (La montaña rusa les llamará la atención a sus hermanas de Aries y de Géminis.) Es rara la mujer Tauro que nunca haya estado en una granja ni viajado por el país como autostopista, y a quien no le guste montar a caballo e ir de pesca. Con toda su sensualidad, la mujer Tauro tiene en el fondo de su corazón una vena retozona. La tierra la atrae con su llamada seductora, y ella responde echando los brazos al cuello de Madre Natura, con auténtico arrebato. Si quieres que con la misma autenticidad te abrace a ti, procura no poner música estridente, no comer ajo sin hacer gárgaras después y no vestir con colores disonantes Por último, está el sentido del tacto. Las mujeres Tauro son de las que se quejan de que tu pullover <<raspa>>; su tacto no resulta <<grato>>. Son poco menos que capaces de decir el color de una tela, acariciándola con los ojos cerrados. Los tejidos que usen serán suaves y agradables al tacto, nunca irritantes, y lo más probable es que Tauro se vista con sencillez y buen gusto. Su naturaleza sensual tal vez no llegue al punto de usar ropa interior de encajes y vestidos rebuscados (a no ser que haya un ascendente en Leo o Piscis, o influencia lunar). Prefiere la ropa sencilla y deportiva, los conjuntos caros pero sin exceso de adornos y detalles, y en el vestir persigue ante todo la comodidad; también en las tiendas prevalece su sentido práctico. Si en su carta natal es fuerte la influencia de Acuario, es posible que alguna vez se chifle un poco por los trapos, pero incluso en esas ocasiones lo que elija servirá a algún propósito utilitario. A medida que la conozcas mejor, te darás cuenta de que esta muchacha puede ser una torre de fuerza. Rara vez se muestra exigente, salvo en lo que se refiere a lealtad, y su disposición es generalmente estable, terrenal y agradable. A la gente le encantan sus modales fáciles y directos; Tauro es tan calmante como un baño templado. Y probablemente a ella le gusten los baños templados, con montones de aceites, lociones y burbujas. Es frecuente que el cuarto de baño de una mujer Tauro parezca el apartamento privado de Cleopatra, y uno puede esperar ver aparecer un esclavo con un abanico de hojas de palmera. Tal vez tengas que aprender por dura experiencia que a una mujer de este signo no le gusta que la contradigan, especialmente en público; pero eso puedes evitárselo teniendo presente las características de su signo solar. Recuerda que le gusta hacer las cosas con lentitud. Si la urges o la presionas se irritará, y no es prudente hacer irritar a una mujer Tauro. Su tiempo puede ir desde lento a deliberado y persistente; es raro que se muestre impulsiva, pero si la pinchas puede llegar a ser violenta.
La maternidad le sienta a las mil maravillas. Se adecua armoniosamente a su disposición serena y combina a la perfección con lo bovino de su naturaleza. Tauro es tierna con los bebés y adora a los chiquillos, pero a medida que crecen, tiende a mostrarse demasiado estricta y exigente con los niños. En las mujeres Tauro hay una vena de inflexible terquedad que hace que les resulte difícil aceptar los múltiples y confusos cambios de la adolescencia. La madre Tauro se enoja cuando no se respeta su disciplina. No aguanta desobediencias ni desafíos, que despiertan toda la furia del Toro. También se le hace difícil tolerar la ociosidad o el desaliño, de modo que lo más probable es que los chicos aprendan a mantener la pulcritud en su cuarto. El amor de este signo por la belleza y la armonía impide que los nativos acepten con calma la falta de esmero y la dejadez. Hijos desordenados y casa desarreglada pueden hacer que la madre Tauro lo vea todo rojo. Fuera de estas peculiaridades, será probablemente buena madre y, con los años, sus hijos encontrarán en ella más bien una amiga que una imagen materna. La mayoría de los retoños de una mujer de mayo la recuerdan como una madre cálida y maternal durante sus años de infancia, y una compañera con gran sentido del humor con el correr del tiempo. Los años intermedios, aquellos en que la impaciencia juvenil choca con la firme determinación del Toro, pueden dejar algunos recuerdos desagradables. Pero la madre Tauro defenderá leal y valientemente a sus hijos de los peligros externos y les enseñará a imitar su propia honradez y valentía. Las mujeres Tauro jamás son remilgadas. Es raro verlas llorar o quejarse. Son las mujeres que sin decir palabra se ponen a trabajar hasta que el marido termine sus estudios de medicina o toman un trabajo para hacer en casa si la familia pasa temporalmente por una crisis financiera. Pese a la lenta deliberación de sus movimientos y a su frecuente necesidad de descanso, las mujeres Tauro no tienen nada de holgazanas; trabajan con empeño. Son capaces de treparse a una escalera para rascar o pintar las paredes con la fuerza de un hombre, pero necesitan de una siesta por las tardes, para recuperar fuerzas. Tauro marcha orgullosamente junto a su hombre, y es raro que intente dejarlo atrás o cobijarse en su sombra. Más de una mujer Tauro ayuda en sus estudios a su marido, si él está siguiendo cursos especiales en su carrera profesional, o le pasa a máquina la correspondencia comercial que él trae de su despacho. En estas cosas, es una compañera excelente. Las Tauro jamás esperan que las mantengan sin aportar algo, y se sienten muy mal con un hombre que a su vez no aporte, aunque tratan de soportar la situación del mejor modo posible. A las mujeres Tauro les disgustan todas las formas de debilidad.
Su impasibilidad ante el dolor o el estrés emocional es casi milagrosa, y en ocasiones supera incluso a la de la mujer Escorpio. Recuerdo una escena que presencie una vez en un hospital. A una mujer Tauro la llevaban al quirófano para una intervención, grave hasta el punto de que sus posibilidades de sobrevivir a la operación eran muy pequeñas, y ella lo sabía. Era un riesgo calculado. Mientras el marido miraba como la ponían en la camilla de ruedas en que la llevarían hasta la sala de operaciones, ella se dio cuenta de que tenía los ojos llenos de lágrimas, pero no hizo el menor comentario. En cambio, empezó a hacer bromas, hasta conseguir que las enfermeras, e incluso el médico, sonrieran. Lo último que le oyó decir su familia mientras los enfermeros procuraban entrar la camilla en el ascensor fue algo típico de Tauro. En vez de dirigir a sus seres amados una patética mirada de despedida, se apoyó en un codo para decir enérgicamente a los enfermeros: <<Antes de volver a ponerme sobre este armatoste, consigan un poco de aceite para engrasar las condenadas ruedas>>. Una mujer Tauro jamás deja que los sentimientos anulen su sentido práctico. Quien se case con una mujer nacida en mayo no se casa con un bebé llorón ni con una buscadora de oro. Tauro espera que él se ocupe de ella y administre con sensatez la economía de la familia. Y cuando se trata de muebles y de comida, espera la mejor calidad, pero también está alerta a las gangas y es capaz de esperar para tener los lujos que anhela. Dado su instinto de estabilidad, no le resulta atractiva una fortuna rápida y sin cimientos firmes. Prefiere ver que construyes cuidadosamente, de cara al futuro. Para ella es importante producir buena impresión, y son muchas las Tauro que respaldan al marido en su búsqueda de seguridad, invitando a cenar a gente influyente. Una esposa Tauro es el espíritu de la hospitalidad. Es de las que se quedan en vela noche tras noche, cuidando a un niño enfermo, y ruegan por su salud con una fe sólida como una roca, y de las que tiernamente pueden devolver la esperanza a un hombre a quien el mundo ha golpeado, infundiéndole confianza con su propia intrepidez. Es tan confiable y predecible como un reloj de pie, tan capaz de arreglar una tubería rota o de cambiar un fusible quemado como de hornear un pastel de cerezas o coser un botón. En su corazón hay siempre lugar suficiente y amor bastante para acoger en su hogar a amigos y extraños, y su casa será un puerto para quien acaba de salir de una tormenta. Como decía mi amiga, las Tauro son<<mujeres altas>>.
EL NIÑO O LA NIÑA TAURO
Es posible que empieces a tomar conciencie de que tu bebé recién nacido es un Toro cuando intentes vestirlo para salir con él del hospital. <<Mete los bracitos en el suéter que te ha hecho la abuelita murmurarás con ternura maternal. ¿Por qué cierras así los puñitos y pones los brazos tan rígidos? A ver, que niño tan bueno. Vamos, a ver>>. <<Déjame a mí dice tu marido. Bueno, vamos ahora, hijo. A ver, esos brazos en las mangas. Es fácil. ¡Eh! ¿Me has oído, Charlie? Vamos, mueve los brazos. ¡Muévelos!>> Interviene la enfermera. No se enfaden dice, que siempre es difícil vestirlos cuando son pequeños. Oh, que bebé tan bueno. Bien despierto, pero sin llorar ni nada>>. <<Sí, es tranquilo asiente el papá. Pero sigue con los brazos cruzados sobre el pecho y no se los puedo separar. Es tan fuerte que me cuesta movérselos>>. <<Creo que no quiere que le pongamos el suéter, señalas tú, con un vacilante germen de intuición maternal. La enfermera se aproxima al Torito con eficiencia profesional. <<Déjeme a mi. Vamos, muñequito, así... en la manga. El puño primero, así es como se hace>>. Y obliga al bracito a pasar por la bocamanga. De pronto, la carita del Toro se pone de un intenso color rojo purpúreo azulado, y se oye un lamento que hace que todas las enfermeras del piso acudan corriendo a la habitación. (Aunque mas que un lamento es un rugido. Un interno que estaba en el pasillo pensó que en el sótano había estallado la caldera.) Tu bebé Tauro anuncia así que no le gusta que le fuercen. Es una advertencia, y se repetirá.
Es el mismo ruido que oirán los vecinos cada vez que trates de obligar a tu hijo nacido en mayo a que haga algo que él no quiere. Habrá montones de problemitas, como tratar de llenar de copos de avena una boca que parece cerrada con cola, meter una férrea piernecita en un par de bragas de goma o intentar sumergir en la bañera un cuerpecito rosado y regordete que de pronto parece haberse vuelto de cemento. Perderás muchos kilos y llegarás a tener un gran dominio muscular. Las madres de niños Tauro tienen siempre músculos como Popeye, aunque su aspecto suela ser tan frágil como el de Olivia. Aparte ser lisa y llanamente cabezas duras, los bebés Tauro son una delicia para criarlos. Los padres de niñas y varones nacidos bajo este signo comprobarán que sus hijos son mimosos y tiernos. Con su rizo en la frente, el Torito se te subirá de un salto a las rodillas para que le beses, y te dejará sin aliento con sus abrazos de oso. A tus amigos, si confía en ellos, los tratará con el mismo afecto. La pequeña Tauro hará gestos de coquetería desde su sillita alta para que le sirvan una ración más de postre. Probablemente, será la nenita de papá, a quien se le hará difícil resistirse al límpido encanto de su hija... tan difícil como se le hace a mamá acorazarse contra la tranquila dulzura de su hijito Tauro. Los niños de uno u otro sexo serán sanos y fuertes, con inclinación por el atletismo. Los varones serán bien varones, a veces la piel de Judas, alegres, fuertes y decididos. Las niñitas muy femeninas, de las que cuidan como una madre de sus muñecas, mantienen todo limpio y juegan a ser el ama de casa. A algunas les gustan los juegos de varones, y con ellos las encontrarás, trepándose a los árboles o jugando a las canicas; pero esencialmente, cuentan con todos los encantos de la feminidad para recurrir a ellos cuando quieran. Y son muchas las veces que quieren. Ya de pequeñitos, los niños Tauro parecen, en general, más competentes que otros chicos. Para empezar, son emocionalmente estables y rara vez sufren accesos de depresión, momentos de impulsividad o tendencias exhibicionistas. Pueden ser rechazantes y obstinados, a veces mostrarse tímidos, pero en ellos no son comunes las alteraciones y dolores normales del crecimiento. La disposición de Tauro es normalmente serena y placentera. No se inquietan ni molestan fácilmente. Salvo cuando se rebelan porque se les exige demasiado, son personas tranquilas, alegres y nada imprevisibles. En ellos hay una madurez de la que carecen los niños nacidos bajo otros signos solares (excepción hecha de Capricornio y de Escorpio). Incluso los Toritos muy pequeños suelen portarse muy bien cuando hay extraños, pero si les obligas a convertirse en centro de la atención se quedarán como si el gato les hubiera comido la lengua. Déjalos que
jueguen en paz en un rincón, y lo mas probable es que las visitas se queden impresionadas por lo bien educados que están. Un niño Tauro se ocupa tranquilamente de sus cosas, y cuando sea mayorcito, será raro que te incomode con actitudes groseras y de petulancia. Sin embargo, si pones a prueba su buen genio fastidiándole (eso no lo soporta), presionándole o exigiéndole que haga algo que él está decidido a no hacer, puede volverse belicoso. La única manera de afrontar ese desafío es el amor, jamás la fuerza. Un niño Tauro a quien los mayores hayan forzado demasiado puede convertirse en un adulto callado, sombrío y cruel. Recuerda que para el Toro es imposible mantener su obstinación ante las demostraciones físicas de afecto. Un abrazo afectuoso, un beso grande y amistoso y una alegre sonrisa le inducirán a salir de su obstinación. Háblale siempre con suavidad y con lógica. Los gritos y las órdenes formuladas con aspereza sólo conseguirán que cierre los ojos y se tape los oídos. Es capaz de resistirse a la disciplina y a las órdenes hasta el día del juicio, pero al afecto, ni un minuto. Aunque sea aún muy pequeño, estará lleno de sentido común. Si algo le parece razonable, lo hará, pero quiere una explicación práctica. Nada complicado: simplemente la verdad, sinceramente y sin barnices. Con decirle <<Tienes que ir a acostarte ahora porque yo lo digo>> no irás a ninguna parte. Para él, eso no es sensato ni razonable. En cambio, es probable que darle suavemente una explicación como <<Ahora tienes que irte a la cama porque ya vamos a apagar las luces, y si no te acuestas, mañana no podrás salir a jugar porque estarás demasiado cansado>> le decida a meterse entre las sábanas y disponerse a dormir. También puedes decirle: <<Ahora métete en la cama calentita, con las sábanas limpitas y planchadas, que yo te arroparé con tu manta, tan suave, y te leeré un cuento. Por testarudo que se haya mostrado hasta ese momento, es casi seguro que estas palabras le convertirán en un ángel de docilidad. Como es de naturaleza muy sensual, es raro que la descripción de sensaciones no le haga vibrar una cuerda sensible. Forzarle para que haga lo que se le pide, en cambio, es tan inútil como peligroso para su personalidad futura.
Los colores y los sonidos también afectarán profundamente a su disposición y sus emociones. Adornar su habitación con colores rojos y naranjas vivos y detonantes le pondrá inquieto y obstinado. Los tonos pastel, sobre todo los rosados y todos los tonos de azul, tendrán en él efectos casi mágicos. Son niños que reaccionan visiblemente a los colores. Si estos armonizan con las vibraciones propias de su signo, se mantendrán tranquilos, si son discordantes pueden, sin exageración, lesionar su estabilidad emocional. El mismo efecto tendrán los ruidos fuertes y destemplados. Es buena idea dar a los niños Tauro, tan pronto como sea posible, lecciones de canto o de música. Casi todos tendrán voz grave, suave y melodiosa, y muchos de ellos mostrarán considerable talento musical o vocal, que preferiblemente habrá que descubrir cuando es aún lo bastante pequeño para encauzarlo bien. Aunque no vaya a hacer de la música su profesión, a Tauro le dará placer escuchar sus propios discos en su habitación. Es posible que prefiera los clásicos a los modernos o a las canciones infantiles. Tal vez le guste dibujar y pintar, y hay buenas probabilidades de que tenga alguna verdadera habilidad artística. Asegúrate de que a tu Torito no le falten papeles y lápices de colores, que son su forma de expresión favorita. Generalmente, los maestros encuentran que el niño Tauro es uno de los más trabajadores de la clase. A menos que haya posiciones planetarias desfavorables en su carta, los niños Tauro serán trabajadores en la escuela, aprenderán metódicamente sus lecciones y tendrán una notable capacidad de concentración. Aunque no sean estudiantes modelo como los Aries, Géminis o Acuario, tampoco son lerdos ni les dará probablemente por arrojar bolitas de papel mascado en la clase, aunque tal vez se rían si la maestra se da un pellizco en un dedo con el sacapuntas. El niño Tauro es muy obediente por lo general. Su mente trabaja en forma algo lenta, pero jamás se olvida de lo que aprendió, una vez que ha retenido un hecho o una fecha. Son chicos que por lo general superan bien los exámenes, porque se preparan escrupulosamente para ellos. Suelen ser elegidos como líderes para las actividades de grupo, debido a su respeto por el juego limpio, y también a su evidente sentido común y buen juicio.
Es posible que la obstinación de su hijo haga pasar algunos malos ratos a los padres de un niño Tauro, pero no serán muchos ni muy frecuentes. La madre de un Torito que conozco llevó un día a su hijo a la escuela y se arrepintió de no haberse quedado en casa tranquilamente. El niñito había ofendido a su maestra, declarando que lo que ella decía estaba mal. Por supuesto, el autor del libro de texto también estaba equivocado. Al otro día, su madre le llevó hasta el escritorio de la maestra, ordenándole con firmeza: <<Pídele disculpas a la señorita, Sammy>>. Eso fue más o menos a las nueve de la mañana. A mediodía, en el despacho del director, se oyó a la madre que repetía débilmente: <<Pídele disculpas a la señorita, Sammy>>. A última hora, cuando ya los alumnos se habían ido, el portero estaba recogiendo los cestos de papeles. Al pasar por el despacho oyó una voz extraña, lejana, temblorosa, casi espectral que hablaba dentro del santuario. <<Pídele disculpas a la señorita, Sammy decía. Por última vez, pídeselas>>. A través de la puerta se oía el ruido hueco de la palmeta. Y silencio. Al día siguiente, el Torito volvía a ocupar su banco. Había sido más fuerte que la madre, la maestra y el director. Jamás se disculpó, pero hizo honor a su signo.
Una vez te hayas resignado al hecho de que nada, a no ser una grúa, podrá mover a tu hijo Tauro cuando haya clavado las pezuñas en la tierra, te sentirás feliz viéndole crecer. Es posible que su ropa absorba toneladas de polvo mientras juega con sus camiones y tractores, y te advierto que, no importa con que frecuencia se lo laves, el pelo de un varoncito Tauro huele siempre como un nido mojado, pero no es niño que pierda el boletín de calificaciones ni las canicas. Tampoco, cuando sea mayor, terminará enroscándose en un poste de teléfono con el coche de papá, por conducir demasiado deprisa. Es posible que entre a saco en la nevera y termine con el pollo frío que reservabas para la cena, o que no sea nada cuidadoso con los muebles. Pero te hará mucho bien al corazón cuando sea grande Y no se olvidará de tu cumpleaños. También tu niñita Tauro se desgarrará su ropa de domingo trepando a un árbol, o se pondrá hecha una furia si alguien le rompe una de sus preciosas posesiones. Pero te ayudará a hacer las tareas de la cocina, y siempre serás bien acogida en su hogar cuando ella esté felizmente instalada con su familia. Y de los dos tendrás probablemente nietos bien educados. Cría a tu torito o a tu ternerita en una atmósfera de amor hogareña y cálida. Rodéalo de evidente afecto, no de una invisible alambrada de púas. No le tironees demasiado los cuernos y déjale pastar con el ritmo que él quiera. Llénale los oídos de música y los ojos de belleza, y algún día él te llenará el corazón de paz. Y hasta <<la señorita>> le perdonará.